Declaraciones del jefe de Better Place «el mayor obstáculo para el coche eléctrico es la propia industria del motor»

Escrito por Guillermo Navas el 13 enero 2011

Así de tajante es Shai Agassi, fundador y jefe ejecutivo de Better Place. Esta empresa es conocida por ser pionera en llevar a la palestra a nivel mundial la posibilidad de crear electrolineras en las que en vez de recargar la batería, la intercambiamos por una ya cargada previamente, reduciendo el tiempo de recarga a una sencilla operación de menos de 5 minutos, eliminando el problema de la autonomía que surgía sobre todo para recorrer largos trayectos.

En una entrevista del pasado mes de diciembre, Shai Agassi ponía de manifiesto que el coche eléctrico tiene que superar la barrera mayor de todas, el escepticismo del gran público y no las tecnológicas como muchos opinan.

«Estamos luchando contra nuestras ideas preconcebidas» dice Agassi. Opina que estamos ante  el mayor cambio en la industria automovilística de los últimos 100 años. Al igual que en su día, el Ford Model T, cambio nuestras costumbres, forma de construir los coches, como venderlos y que ofrecian al cliente, hoy en día nos enfrentamos a uno similar. Pero ahora se redefinen las fronteras con un salto aún mayor, en la forma de construir el coche, usarlo y el precio a fijar.

Según dice, para el año 2020 los vehículos a gasolina estarán obsoletos. Por ello Better Place está ofreciendo a distintos fabricantes las licencias, como lo ha hecho con Renault, que ya tiene adaptado su sistema de cambio de baterías rápido en su Fluence Z.E.

Pero los planes son mucho más ambiciosos, ya que en el plazo de 180 días, comenzará a funcionar una flota de taxis eléctricos con baterías intercambiables en Tokio, como experiencia piloto. Tal y como Agassi dice «si un taxi puede usarlo, el resto de usuarios también pueden». Los test continuaran en Israel, Dinamarca y Australia. El proyecto en Israel, puede atraer hasta 70.000 vehículos de este tipo, la mayoría provenientes de las grandes flotas comerciales. La primera parte de la red de estaciones israelí, costará unos 150 millones de $, pero la siguiente expansión se pagará por si sola. Comparativamente, esos 150 millones de $, es el dinero que paga Israel por tan solo 6 días de consumo de gasolina, por lo que la adaptación a este sistema se amortizaría rápidamente. En las imágenes os ofrecemos la mejor explicación posible para el sistema. Fijaos en el cronometro de la esquina superior izquierda. ¿A que no sois capaces de repostar tan deprisa?

Fuente | EurActiv



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Esta entrada fue publicada el jueves, 13 enero 2011 a las 7:37 am y está archivado en Baterías, Instalaciones de recarga, Noticias. Puede seguir las respuestas a esta entrada a través del feed RSS 2.0. También puedes dejar un comentario, o trackback desde tu propia página.

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